Dispositivos de protección infantil
Recuerde que está prohibido circular con menores de 12 años situados en los asientos delanteros del vehículo, salvo que se utilicen asientos de seguridad para menores u otros dispositivos concebidos especialmente para ellos y debidamente homologados al efecto (Art. 10 del Reglamento de Circulación).
La población infantil tiene una vulnerabilidad mayor en los accidentes que los adultos, tanto por sus aspectos físicos como de comportamiento. Durante los primeros meses de vida sufren una indefensión absoluta, y de 1 hasta 4 años aproximadamente, manifiestan una incansable movilidad, y adoptan posturas y situaciones peligrosas dentro de un vehículo.
Para compensar su debilidad y frenar su exceso de movilidad, utilice siempre sistemas de retención específicos como sillitas, cucos, cojines elevadores etc.
Exija modelos homologados; nunca piense que en brazos van más sujetos, pues a más de 5 km/h un adulto no podría sujetarlo en caso de accidente o frenazo; si el coche dispone de air-bag para el pasajero del asiento delantero, colocar al niño en el asiento trasero; si no dispone de dispositivo infantil, es preferible usar el cinturón a que el niño viaje sin ninguna sujección; y, por último, sea ejemplo: abróchese siempre el cinturón, lo que vean es lo que harán siempre.
Las pinzas, al igual que en los cinturones de adultos, están prohibidas. Está técnicamente probado que un solo centímetro de holgura en la banda del cinturón se transforma en 8 centímetros en caso de impacto. Si para ir más cómodo se dan 4 centímetros de más, en caso de accidente estos se multiplicarían por 8 y se convertirían en 32; cifra a añadir a los aproximadamente 22 centímetros que se alarga la banda del cinturón para sujetar sin dejar oprimido el cuerpo. Resultado: la cabeza impacta con el parabrisas.